18.5.09

Surfear es de locos

A mi ya lo de surfear en aguas fresquitas (muy fresquitas eh) de Peniche ya me parece una pasada pero solo hay que echar un vistazo a la red para que te quedes de piedra viendo hasta que punto la peña no ve el peligro......para muestra un botón.....

Una mañana cualquiera si vais por Munich os quedareis alucinados con el entretenimiento de estos peculiares personajes, en el mismísimo centro de la ciudad, en el rio Eisbach a su paso por el "Jardín Ingles", estos locos surfean sobre una ola en pleno rio.

La tradición de surfear en este lugar se remonta al año 1972, año en que algunos surferos locales decidieron que la playa quedaba demasiado lejos.

La ola se forma de manera natural al chocar el agua contra las rocas del río. Los surferos acuden aquí durante todo el año, aunque como bien indica el nombre del río (Eisbach, río de hielo) es conveniente hacerlo con un traje de neopreno. Como veréis en las imágenes, los aficionados se turnan para ir subiendo de uno en uno a la ola hasta que caen al agua y se sube el siguiente.




Aunque es raro que sucedan accidentes, esta práctica no deja de entrañar cierto peligro. El agua adquiere bastante velocidad al salir del puente y la roca se encuentra a solo 40 centímetros bajo la superficie, con lo que un mal cálculo puede resultar fatal.

Y que me dices sobre estos locos que no tuvieron mejor ocurrencia que la de surfear en un glaciar.....




Durante los largos segundos que los surferos aguantaron sobre las olas, cualquier movimiento en falso podría haberles empujado bajo el hielo. Demencial.

Pero es que a estos piraos del deporte sobre una tabla no les frena nada.....

Dos veces al año, entre los meses febrero y marzo, las aguas del océano Atlántico penetran en la desembocadura del río Amazonas, provocando una de las mayores olas del mundo y la más larga jamás registrada.

Esta ola gigante puede alcanzar los 4 metros de altura y avanzar hasta 17 kilómetros río arriba, arrastrando todo lo que encuentra a su paso. Los nativos la conocen como “pororoca”, el gran estruendo”, debido al aterrador ruido que la antecede, perceptible hasta media hora antes de que llegue a su destino.

El récord del mundo lo tiene Picuruta Salazar, un surfista brasileño que se mantuvo durante 37 minutos sobre la misma ola y recorrió hasta 12,5 kilómetros de río.



Según el propio Salazar, lo más peligroso, además de las pirañas y demás criaturas acuáticas, es que la ola arrastra pedazos de troncos y hasta árboles enteros que podrían aplastar al surfista con facilidad.





Y para rematar lo imposible la foto que veis está tomada en el volcán Cerro Negro en Nicaragua, un lugar que ofrece la posibilidad de deslizarse por una pendiente de más de 500 metros de ceniza volcánica, en mitad de un paisaje extraterrestre.




Los surferos pueden alcanzar, según dicen una velocidad de unos 80 km/h, aunque lo más alucinante no es la velocidad, sino el paisaje negro y la ceniza que se derrama por la falda de la montaña hasta penetrar en el verdor de la selva.

Aunque la verdad esto mas que surf es una especie de ceniza board.....

Fuente: Fogonazos

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy chulo y muy agarrados que están los fulanos.personaje dixit